miércoles, julio 20, 2005

La cuenta suma uno, dos y tres!



Tengo 12 hamsters y un cuye. O Cuy. Hay gente que se come esos. A los cuyes. Pobrecitos. Mi cuye es niña y se llama Luna. Así le puso la Loop. La Luna tiene 4 años. La abandonaron y yo la acogí en mi casa que se está convirtiendo en refugio de roedores. Me gusta que a Marido le guste que yo traiga bichitos.

Me gusta que a Marido le guste estar conmigo otra vez. No es que nos hayamos separado físicamente, aunque estuvimos a un pelo de eso, pero sí estábamos demasiado alejados como para intuirnos. Son cosas, dicen, cosas de inmadurez, de pendejos. Puede ser, pero yo igual tengo MIEDO.

El sábado tuve mi fiesta de cumpleaños. Yo tenía más o menos claro que había una fiesta, sabía dónde, pero nada más. Eso de la fiesta sorpresa me tenía medio apestada, lo reconozco, porque me carga no tener control sobre las cosas. Y bueno , mi niño me sorprendió con una comida increíble con sushi y tragos exquisitos, con amigos y después de eso recién vino la fiesta, asi es que sí hubo sorpresa y lo más rico mi torta de panqueque de frambuesa del café Colonia. Todo increiblemente rico. Y mi amigo Víctor me regaló un set de drum n bass, otra sorpresa porque yo no tenía idea q él tocaba esa cuestión.

Entonces debo decir que no hay nada más que yo hubiera deseado para celebrar ese día.

Sueno pajera, es que estoy chata!. Contra mis principios blogísticos contaré que hoy entrevisté a unos arquitectos tan, pero tan pero tan choris, que me dio por arrepentirme un poco de la cosa que ayer le dije a un cura que quiere ser amigo mío y que en realidad es un buen señor, aunque como cura no nos entendemos ni por las patas, pero bueno.

-sabes cura, que yo perdí la en la gente
-chuta pero eso no puede ser
-bueno yo te digo no más, pero no vengas a convencerme porque para mí la gente cuando puede hacerte daño, lo hace, hay gente que disfruta eso, es feliz haciendo sufrir a los que tienen cerca, y por eso mismo no me interesa conocer a nadie más en el mundo. Ya tuve suficiente.
-bueno yo creo que eso de la fé tiene mucho que ver con uno mismo, porque si tu haces las cosas como corresponden....

La cosa es que hoy, estos cabros me dejaron tan contenta, que pasé al supermercado a comprar pepinillos y pancito amasado y me prepararé ahora mismo una súper hamburguesa con todo eso que me gusta gusta gusta.

Hoy hice mi taller de cuentacuentos y salió la raja y conté el gato con botas.

"Este es un cuento para niños...!
Contentos!!
Esto es una cuenta para niñas...!
Contentas!!
La cuenta suma uno, dos y tres
y el cuento comienza
"Había una vez...."


Me encanta contar cuentos, además me salen tan bonitos, no es que lo diga yo, cero objetividad, pero veo en las caritas de las personas que me escuchan y que alegran su día después de un cuento contado por mi. Ese es mi aporte a la humanidad.